5/10/08

Ya reventé




Estaba el día con un viento de levante, bastante fuerte y la tarde muy desagradable. Aunque casi siempre tengo que hacer un esfuerzo para ponerme en camino, ayer me costó mucho pero lo hice. El cielo estaba totalmente nublado y en cualquier otro sitio, diríamos que iba a caer la grande pero aquí hay un refrán que dice. “Cuando en levante llueve, hasta las piedras mueve” Que traducido quiere decir, que no suele hacerlo pero si llegado el momento ocurre, es un autentico diluvio y la verdad es que no suele pasar porque el viento aguanta la lluvia. Llegué a la cuadra, saqué a Amoroso con sus patucos puestos, encima le puse las rodilleras y lo vestí. Cuando me dirigía al picadero ya montada, el caballo iba dando saltos porque en la parcela de al lado, desde hace poco hay una yegua suelta, que da carreras y esto como es natural, sobresalta a los demás hasta que se hacen a ello. Paco me preguntó muy simpático que le pasaba a mi penco y yo le dije, lo de la yegua, a lo que me contestó que en eso él no podía hacer nada porque no estaba en su casa, normal claro. Cuando llego al picadero me encuentro que hay una yegua metida dentro y suelta. Es de un tipo raro con ganas, con muy malas referencias, además no se habla con nadie y los que tienen allí comida, dicen que él se las roba. Le decimos el gitano aunque dicen que la gitana es la mujer, a mí me da igual que sea gitano que payo pero que no haga lo que le dé la gana. Ya me he visto un día sola, sacando la yegua y llevándola a su box, cuando es un animal que no conozco y además está sin doma. La cosa es que se lo digo a Paco que eso si será cosa suya y me contesta que él tiene mucha prisa, dándome a entender que no pensaba sacarla. Así que ahí reventé y empecé a despotricar a voces, me bajé del caballo toda alterada, el animal asustado y la yegua igual, la saqué del picadero amarrada con una cuerda de las alpacas y dije en voz alta, “verás que pronto viene ahora” y la metí en una corraleta individuales que tiene donde mete a sus caballos y ya le había echado comida para su yegua. No veas como corría carril abajo cuando vio que el animal se tiró a la comida. Yo en mi postura me metí en el picadero. Él sacó la yegua y en vez de llevarla a su box, la amarró en el carril de acceso al picadero. Yo a lo mío. David que estaba presente con alguno más cuando ocurrió todo esto, intentó desatarla, viendo que ese no era el sitio adecuado y no sé por qué no podía, a esto que llega el gitano y ve donde está la yegua y que yo estaba en el picadero, pensaría que fui yo quien la sacó y no veas la mirada que me echó el tío, de por sí tiene una cara con más malage que he visto en mi vida. Yo ya estaba bastante cabreada y además pensé que no era a mí a quien correspondía decirle que el picadero es para trabajar y no para soltar los animales por la mañana y volver por la tarde a recogerlos. Así que galopé un poco con Amoroso que no sé si percibió mí estado de nervios y no se atrevió a llevarme la contra, que no lo hizo nada mal. Así que a la calle. Dimos un paseo por el circuito, bastante aseado, a pesar del viento me sentó de maravillas y él no estuvo demasiado puñetero. Cuando llegué a la cuadra, ya no estaba Paco, en realidad la urgencia era que iba a una feria de exposiciones de pesca, caza y demás, en el mismo pueblo. O sea que no era para tanta prisa. Me confortó que unos compañeros que estaban allí y que lo habían visto todo, me dijeran que había hecho muy bien y que yo tenía razón. Así terminó la tarde. Me vine a casa después de curar a Amoroso y obsequiar a ambos, con unas zanahorias que les encantan.

1 comentario:

Bruja dijo...

Vaya Pili, cuando sacas el genio lo sacas eh???, muy bien hecho, ahora cuidado con el gitano ese, si es tan raro y tan mala persona, pero tu hiciste bien, porque desde luego no se puede estar en un sitio pagando y que le tomen a una por el pito del sereno, ademas, tanto el picadero como las demas dependencias comunes son de todos y hay que tener respeto a los demas y no ocuparlo como si solo fuera suyo, aunque tambien Paco, me parece a mi que se hace poco valer con quien debe, y luego saca las patas con quien no debe, osea que es el quien le debe decir al fulano ese que su yegua no se suelta en el picadero.

Me alegro que Amoroso haya ido bien y que te sentara bien el paseo.

Un beso