13/10/08

Campeón de España doma vaquera 2008



Antes que nada, quiero decir que Gonzalo Corrales, ha sido proclamado tambien este año, campeón de España en doma vaquera. Aquí estoy con él en su casa de Vejer de la Frontera, donde su hermano Antonio ha domado me yegua.





En esta dirección, está la final del año pasado. Todavía no está la del 2008.

Y pasando a mis caballos voy a contar lo del sábado y el domingo.
El jueves, empezó a ponerse el tiempo malo. El viento era muy fuerte pero durante la noche, fue empeorando para pasar el día siguiente tan malo, que no me atreví a salir a la calle para nada. Por lo cual no fui ni a ver a mis caballos, que eso quien me conoce, sabe que es lo máximo que no puedo hacer. La noche fue más mala todavía. Tenemos dos barcos en la bahía, uno se ha partido por la mitad y el otro está encallado en el Faro de Punta Carnero, muy cerca de mi casa de San García. Este está contaminado otra vez nuestras playas porque tiene un vertido muy peligroso, aunque como dijo un ecologista en las noticias, al parecer, creen que aquí somos tontos y nos están diciendo que no tiene importancia y nos callamos. El año pasado, ha estado otro hundiéndose poco a poco durante todo el año y contaminando nuestras playas pero aquí no hay eso de “nunca máis” ni artistas en las calles con pancartas. Los andaluces, nos lo tragamos todo y eso que se da el caso que cuando alguien muere de cáncer por aquí, te dicen los médicos, que es el propio de la zona y nos quedamos tan panchos. O sea que tenemos, lo que nos merecemos. Parece mentira, que Cádiz, sea la cuna de la libertad y que por aquí, no pasaran, claro que de eso, hace muchos años.
Bueno pues volviendo a mis caballos... el sábado fui a la cuadra. Me costó la propia vida porque cuando falto un día, la apatía y el cansancio, se va apoderando de mí y es muy duro tener que empezar de nuevo. Saqué al caballo, estaba intratable del todo. Me monté y entré en el picadero, no me atrevía a galopar porque como sabéis no me fío de él y dimos unas vueltas al paso, si se puede llamar de esa manera. Antes de salir, le dejé subir el carril a una especie de trotecillo cochinero que él hace y al final, tropezó de nuevo con las dos manos, sin consecuencias porque yo iba muy pendiente y le apoye para que no cayera. Nos fuimos a la calle. El paseo fue horroroso. Había muchos mosquitos y él que no estaba trabajado, iba fuerte y portándose muy mal. No había manera de sacarle dos pasos bien dados. Así que cuando llegué a la cuadra enfadada con él y conmigo misma, nos metimos en el picadero y le dije, ¡aunque me mate pero por mis castas todas, que te vas a enterar! Me puse a galopar... es un decir porque los botes y cabezazos que daba eran para enmarcar. Le dije claro y fuerte que hasta que no lo hiciera bien, de allí no nos moveríamos. Sudaba mucho porque además está muy gordo y viendo que yo cada vez estaba mas excitada, empezó aflojar y dio unas cuantas vueltas aceptables. Con lo cual, lo palmee un poco y a su ducha.


El domingo, el tiempo estaba todavía más raro porque hacía un terrible calor después del temporal que habíamos padecido. Con mucho esfuerzo otra vez, fui a ver si me atrevía a sacar la yegua. Lo pensé y antes le di unos quince minutos de picadero, que tuvo su inconveniente y es que después que salió encogida, trotando y algún que otro galope para la derecha, cuando le tocaba la izquierda, se quería salir y se paraba por lo que tuve que coger el látigo, solo para enseñárselo porque a esta, no hay ni que estallárselo, le tiene terror. Galopó como una posesa, incluso se hizo una herida en una pata porque se iba cayendo y pensé que no veas el paseo que me esperaba. Me monté y a la calle. Nada más salir, me encontré con un jinete que me dijo que tuviese cuidado con los mosquitos, que había muchos. Imposible de imaginar cuantos. Primero me defendía con las manos y le espantaba a ella los que podía y finalmente, encontré unas cañas, corté un plumero y con él fui todo el camino espantándolos. A los mosquitos se unieron algunos tábanos pero la yegua, se portó fenomenal. Se asustó dos veces pero eso es normal. No hizo nada raro y cuando llegué a la cuadra, me impresionó ver la barriga del animal, estaba todo llena de mosquitos, no se le veía ni la carne, estaba totalmente cubierta por ellos. He guardado el plumero porque me fue de gran utilidad, quizás lo necesite para otra ocasión




2 comentarios:

Bruja dijo...

Pili, ya decia yo que para que era el plumero ese, estaba alucinada viendo las fotos, jajaja, ahora ya lo entiendo, pues sabes que el domingo tambien en mi zona a eso de las 14:30 hubo como una plaga de hormigas voladoras gigantes que se estrellaban contra el cristal del coche, y no veas?? pues la piscina se llenó con un mato negro que eran todas estas hormigas con alas, nunca las vi tan grandes, asi que hija debe ser que con el calor y la lluvia se creó un poco de microclima.

Bueno pues el caballo, ay que ver ehh, claro esta fuerte, eso ya se ve y hace tonterias a parte que los caballos se estropean de no salir, pero no te preocupes, porque no lo llevas ya a vejer?? lo que le queda de heridas ya no creo que le pase nada por eso, de todas formas el viento creo que es de lo que mas disloca los caballos, asi que tranquila y ponte buena ya, animate vale??? yo ya lo estoy haciendo, mil besos

fantomi dijo...

Por esta zona, a las hormigas con alas, se les llaman "alujas" y sirven para cazar. Te adjunto la definición del diccionario de Jimena de la Frontera.


Alúa: Hormigas con alas con las que nos enseñó a cazar Julio el Sevillano(antes no se utilizaban en Jimena,sólo los gusanos de los cardos),a las pequeñas les decíamos “aluitas” y algunos decian “alujas”.