31/12/08

Nuestro tercer aniversario



Hoy hace tres año, que compré a Amoroso, como ya sabéis, había perdido mi anterior y primer caballo Señorito. Al morir él, lo pasé tan mal, que decidí romper con esto pero las personas que estaban a mi lado, amigos y familia, insistieron que debería de comprar otro, cuando al fin me decidí, se lo dije a Manolo el herrador, hombre que hasta hoy, (lo conozco hace 4 años siempre me ha parecido, serio y formal y como en este mundo hay tanta mala gente y como en la cuadra, a mi entender, no pusieron los medios, ni la atención debida, a mi caballo cuando enfermó, pues me encomendé a él y tal día como hoy, a eso de las 2 y media, (los que me conocen, les extrañará con la mala memoria que tengo, que recuerde estos datos pero fueron muy importantes para mí) me llamó y me dijo que creía que había encontrado el que podía ser mi caballo, le pregunté si ya lo había probado su hijo y me dijo que sí, así que me puse unas mallas y me fui a su cuadra, cuando bajé del coche y lo vi de lejos, que lo tenía cogido por las riendas, no pude aguantar las lagrimas, tenía un gran parecido a mí Señorito y se me partió el alma al verlo. Me monté y di unas vueltas al picadero, le dije a Manolo, que si le parecía bien que me subiera el monte de enfrente a su casa y me dijo que porque no, así lo hice y cuando di una vuelta, volví, noté que al bajar la cuesta, se retrotaba un poco pero ya sabíamos, que él era mío y yo suya, así que desmonté y le dije a Manolo, que cerrara el trato con lo que le dijera el tratante. A partir de ese día, hemos sido inseparables y mi ilusión diaria. Ahora tengo además, una yegua que es mejor que él en muchos aspectos, doma, altura, clase y demás pero el lugar que ocupa él en mi corazón, solo es suyo, han sido muchos los ratos que hemos pasado los dos solos por el campo, yo con mis cosas y él como un amigo fiel. Me hubiese gustado ir a verlo para que nos besáramos, como muchas veces hacemos pero mis circunstancias, me lo han impedido, estoy deseando verlo para llevarle un regalito (zanahorias) él me lo hace todos los días por compartir su vida conmigo. Gracias amigo mío.

19/12/08

Hoy hemos trabajado



Anteayer, estaba viendo que los caballos, se estaban poniendo demasiado fuerte y me preocupaba en particular Calandria, que hacía casi tres semanas que no salía y mi temor es que se resabie al dejar de trabajar, así que le hicieron un nudo vaquero en la cola para que no se manchara demasiado y con las botas altas de agua, me metí en la laguna que es el picadero. Estaba muy fuerte y yo preocupada por resbalarme y caerme, así que después de unos poco minutos, que ni siquiera llegó a sudar, lo dejé. Ayer fui más lanzada, le eché la montura y me fui al carril que es el circuito chico. Paco estaba por allí después de una gripe que ha pasado y no estaba el hombre para nada pero cuando yo me fui, creo que metió la bomba de agua en el picadero y hoy ya se podía montar. Como el paseo del día anterior, no fue del todo relajante, ya que iba nerviosilla y se asustaba con todo, hoy me animé bastante, cuando vi que se podía trabajar en el picadero, así que la vestí y nos metimos dentro. Ella como siempre tan aplicada, sabiendo que cuando entramos allí es para trabajar el galope, así que en cuanto dio dos vueltas al paso, fatal porque lo que quería era galopar, le di para que lo hiciera, la primera vez, salió trocada, es tan lista, que no tuve que pararla, solo dije así no y se paró, la siguiente vez, no le tuve que decir nada, ella sola, sabía que había salido mal y al cuarto del diámetro del picadero, se paró, la tercera, lo mismo, ella sola parándose y por fin a la cuarta, ( la ayudé un poco más yo aplicándome con más fuerza el estribo) salió perfectamente, yo dije, así y siguió sin tener que tocarla para nada, hasta que a las 20 vueltas la toqué apenas nada y se paró, dimos la vuelta para mi lado malo y salió perfecta, creo que hicimos 15 vueltas y nos salimos, en el corredor me encontré con un compañero que vive en la parcela de al lado y me había visto desde su porche, vino expresamente a decirme que estaba impresionado de cómo iba la yegua de bien, lo bien colocada y lo bien domada que estaba. Me dio mucha alegría porque hay que darse cuenta, que cuando la compré que no tenía doma, me la jugué porque lo mismo que ha salido tan buena, me hubiese salido mala pero gracias a Dios, he acertado de pleno. Ayer, llegaron dos compañeros, cuando regresaba del paseo y me dijeron que si me había dado cuenta que la yegua, había crecido, yo dije que sí, que lo había notado pero que no lo había dicho allí, no fuesen a reírse pero que creo que efectivamente, se ha cumplido, lo que me dijo un señor mayor un día en Vejer, cuando Antonio la estaba montado, que todavía la yegua tendría que crecer por lo menos 4 o 5 centímetros, lo que no hace es engordar pero es que es así, también hay gente entendida, que me ha dicho, que la yegua, ha salido casi pura inglesa, que en realidad, si tiene otra sangre, que no lo parece. Bueno, yo estoy contentan con ella, ojalá que siempre sea así.
Después le di un poco de cuerda a Amoroso para que se relajara un poco no lo trabajé yo, de este no me fío, no sea que me dé un susto.

15/12/08

Por fin otro paseo con Amoroso


Como podéis ver, no es el de la foto, ni yo estoy vestida de invierno. Es calandria y evidentemente, fue en verano. La explicación, es que fui a cenar con un amigo, hace unas noches, un día que nos encontramos, cuando hacía buen tiempo, me hizo esta foto con su móvil y me la pasó, por eso la incluyo, para que la veáis.
Hoy ya no ha llovido, aunque en el picadero, no se puede trabajar, por la mucho agua que hay pero sabía que no hay más remedio que hacer algo, por mí y por ellos. Así que preparé ese corredor ( que no sirvió para nada ) y solté en el a Amoroso. Nada más salir, dio una carrera tremenda, hacía abajo pero se quedó allí retozando y no había manera que subiera, así que me bajé yo con mucho cuidado y le hice que corriera el corredor arriba pero no me había dado cuenta, que la puerta del patio, al estar del todo abierta, el caballo tenía la entrada libre, entró como un miura y me dijo un compañero que estaba allí, que dio un resbalón tremendo pero que no se calló, así que se puso a beber tan tranquilo. Lo cogí con el ramal y me lo llevé a otro patio que tenemos que no está asfaltado, allí en un pequeñísimo circulo (lo que daba la cuerda) le hice que fuese a trote lento porque estábamos demasiado juntos y no me fiaba, no sea que me diera una patada con lo fuerte que está por retozar. Unas pocas vueltas para un lado y otras tantas para el otro, solo con intención que se relajara un poco. Lo vestí me preparé y nos fuimos al circuito chico. Lo hicimos muy bien, él de vez en cuando quería hierbas y yo algunas veces lo dejaba. Cuando empezamos a subir una cuesta que ya está cerca de la cuadra y que es bastante estrecha, sentí un coche por detrás, a nuestra derecha, unos perros que están detrás de una alambrada y que ladran corriendo al lado nuestro pero que normalmente mi caballo no suele asustarse y lo estúpidos del coche, cuando vieron que el caballo se asustó, por el ruido que hicieron al coger un bache, en vez de aguantar un poco, se pusieron a mi lado por la izquierda acelerando, así que Amoroso, salió a galope, no fue a más gracias a Dios y lo pude parar pronto porque no se me olvidará cuando me tuve que tirar en la romería, o me mataba contra las ramas de los árboles. Así que esas son las gracias, de los insensatos estos, que nos cruzamos por desgracia en nuestras vidas. Cuando estaba llegando a casa, me he llevado una tremenda impresión porque he visto a un señor que lo habían atropellado y estaba inmóvil en el suelo. Dios quiera que se recupere pero tenía muy mala pinta. Por eso digo que son insensatos y no creo que haya forma de meterles en la cabeza, que eso no son gracias y las ruinas que pueden meter en una casa si provocan un accidente. En fin, mucho frío pero relajada en casa y sobre todo, otra vez en la brecha para seguir montando.

12/12/08

Paseo tranquilo

Como el día antes había dado un par de vueltas por el circuito chico y aunque estaba sola, pensé que ya no habría problemas para montar a Amoroso y así fue. Se portó fenomenal, incluso me encontré con mi amigo Rafa que iba en bici y no hubo el más mínimo problema para que se acercara y nos diéramos un beso. Fue muy bien, sin tener esas luchas que mantenemos porque él quiere ir por la izquierda y yo por la derecha pero claro, tengo que decir, que le dejaba de vez en cuando, que cogiera unas hierbecitas y fuera entretenido comiéndoselas. Antes de salir metí a Calandria en ese pasillo que lleva al picadero, abriendo totalmente dos puertas para que no se pudiera salir y se desahogara un poco porque es que estando casi tres semanas sin salir, no me atrevo a montarla. Pongo el vídeo que le hice con el teléfono para que os hagáis una idea de cómo está la señora.

9/12/08

Salida después de dos semanas



Hoy hace exactamente dos semanas que no salía a montar. Recibí un mensaje de JuanMa y le dije que iba a ver a los caballos pero que no le daba seguridad, que saliera porque estaban muy fuertes y “el lago Ness” está al completo pero lo que pasa cuando se está allí, te entra el hormigueo ese y le echas la montura y pase lo que pase. Me decidí por Amoroso, por aquello que nos conocemos mejor, (el día 31, haré tres años que lo tengo) Resulta que me habían acompañado por ver los caballos, mi hermano y su hijo con su mujer y la niña (mi sobrina nieta) me he quedado totalmente impresionada. La niña, no tiene todavía 2 años y nunca había visto un caballo, viven en Venezuela en el centro y dicen que no ha tenido contacto con animales. Mi hermano la subió encima, ella me pedía la gorra llamándome, Pili, Pili señalando porque yo la tenía puesta y ella tan pequeña, aun no sabe todos los nombres claro. Se la pusimos, se agarró a la perilla y me quedé helada, empezó a darle con las piernas, diciendo jaca, arre. Bueno, la verdad es que no entiendo como le ha podido gustar tanto. El caballo estaba muy fuerte y cuando me subí, ella me llamaba a gritos desde los brazos de su madre, Pili, Pili para que la montara, cosa que no me atreví y me dio mucha rabia porque estaban Pirata dando botes y el mío, alteradísimo pero me hubiese encantado subirla conmigo. ¿Cómo puede ser que le haya gustado tanto? Lo normal en una niña tan pequeña, que nunca ha visto en vivo y de cerca un animal así, es que le diera miedo pero creo que esta me ha salido remontista, ojalá aunque para cuando ella, tenga edad de montar, ya no la tendré yo. Así y todo, ha sido una satisfacción muy grande, verla tan feliz con el caballo. Las fotos, se las hizo su padre, cuando me las manden, las colgaré para que las veáis. Luego, JuanMa y yo no fuimos a dar dos vueltas al circuito corto, al principio parecía que iba a llover pero se aguantó bien, hice esta foto del arco iris. Los caballos fuertes pero es lo normal y mucho frío, aunque estos paseos, me dan la vida.