30/9/08

¿Ha sido por celos?



Hoy he ido temprano a montar. La cuestión es que ha estado lloviendo unos días y el picadero está lleno de agua como si fuese un lago, o sea que no se puede entrar a relajar los caballos. Iba pensando en el camino, si mejor sacaba a Amoroso, no porque sea más seguro que la yegua, sino porque yo le tengo más confianza y no sabía como iba a reaccionar esta después de varios días sin salir pero pensé, que como iba acompañada y de todas formas, para llegar al picadero, tenemos un carril de unos 100m más o menos, pues que lo recorrería varias veces para tranquilizarla pero cual fue mi sorpresa, cuando ya estaba arriba que en carril, había dos carros con estiércol y que el espacio era tan pequeño entre ellos, que no se podía pasar para abajo. Antes ya me había llevado un sofocón porque he cambiando a la yegua de box, ya que en el suyo había entrado agua y ahora la tengo más al fondo que al caballo, lo que quiere decir es que pasa por delante de él y como era la primera vez, no sabía yo que iba a reaccionar de esta manera y es que le ha dado un mordisco y la pobre que es muy buena, lo único que hizo fue intentar de esquivarlo después y con la ventana del mismo, se ha hecho una raja tremenda en el lomo, con lo cual, lleva el bocado en el cuello y la raja del corte de la ventana de hierro, que tiene un filo tremendo. Se escapó porque yo estaba con ella pero supo lo mal que lo hizo porque cuando le reñí, no sabía donde meterse. En fin, que ya sé que cuando la pase por delante, le tengo que cerrar la ventana.
Nos apañamos dando unas cuantas vueltas en la misma entrada de la cuadra que es donde aparcamos y hay muy poco espacio. Pirata estaba disparatado, tan solo lo he visto una vez así al principio cuando lo compró JuanMa, dando botes. Por fin se calmó y nos fuimos. La tarde preciosa. Como ha llovido tanto, hay agua por el campo y está todo muy limpio, las plantas, árboles y también la atmósfera. Es el primer día que puedo respirar a gusto y recibir, ese aire tan agradable que ni era frío ni de calor en todo el cuerpo. Lo agradecí mucho y lo deseaba enormemente. Galopamos un poco juntos en un carril, intentando que los caballos no se picaran y luego subimos el monte pero no por la parte más empinada, sino por la que sale a la casa del guarda de la finca porque los dos queríamos llegar hoy temprano a casa. Los caballos se habían calentado un poco y querían seguir al galope pero no se lo consentimos. Los que mandamos somos nosotros. Calandria, teniendo en cuenta que antes le decían rompeolas de lo poco que le gustan los charcos, no se portó muy mal, aunque no iba tan relajada como en otros paseos, debido a que salió muy fresca y además con los galopitos, se alteró un poco y quería más pero es muy buena y noble. Me ha dado mucha pena de lo de las heridas y lo sufrida que ha sido, que no ha hecho ni un mal gesto.
Pasando delante de la casa del guarda, vimos a esa burra con su rucho que está tan bonito y redondito. Las fotos no son buenas pero es muy guapo y he querido traérmelas de recuerdo. Aunque el otoño me hace polvo los nervios y lo paso muy mal, por lo menos ya viene el tiempo que me gusta para ir al campo. Fresco y mojado, que es cuando está más bonito.

1 comentario:

Bruja dijo...

Hola Pili, bueno pues veo que al final te decidiste por la yegua, bueno no te preocupes por las heridas, no son heridas graves, y por el bocao que le dió amoroso tampoco, no se trata de celos, ellos lo hacen con casi todos los caballos, y todos los caballos lo hacen unos mas y otros menos, las mías se pasan así la vida, eso sí, a fuerza de mis voces han aprendido solo a marcar el gesto y ya no se dan el bocao propiamente dicho, a veces si, sino estoy atenta, jajaj, pero bueno que no tiene importancia, lo que tiene importancia es que saliste aunque fuera corto y te hizo bien, y luego al partido no????

Un besazo Pili