12/9/08

Al Frenazo con Carlos

Había quedado con este compañero el día antes y cuando llegué muy animada, me encontré que le estaban herrando el caballo y que estaba muy apurado porque le había comentado el herrador que una de las manos, la tenía un poco hinchada y que al tocarle, daba síntomas de que le dolía. Le dije que no se preocupara, que lo dejábamos para otro día pero se metió a darle picadero y al rato me preguntó como lo veía. Parecía que no cojeaba y decidimos salir para hacer un recorrido corto pero se ve que con el ejercicio, entró en calor y no daba muestras de ninguna molestia, por lo que seguimos hacía El Frenazo, venta que estaba como casi siempre cerrada. Una vez llegamos allí, nos dimos la vuelta para la cuadra. En ese recorrido, se tarda unas tres horas. Cada vez creo que nos vamos adaptamos más Calandria y yo pero tiene sus cosas como todos los animales y desde luego, los charcos no le gustan nada. A la ida, pasamos por uno, que ella decidió saltar, aunque a la vuelta, la paré, acaricié y hable suavemente para que no tuviese miedo, y me lo pasó bien, cosa que me puso muy contenta, aunque al pasar por el cortijo del Jaramillo

(de donde es esta foto que me hicieron porqué me encantó las flores) había apiladas muchas cajas, para recoger las naranjas. Eran de color azul y no sé que pensó Calandria, pero se metió en un segundo, detrás de “Campeón”)que es el caballo que nos acompañaba. Eso y pasar por debajo de los dos puentes por donde pasa la autovía, es lo que más la inquieto, por lo demás, fue de maravilla y con unos andares que causa admiración a todos, porque hay que ver el ritmo que lleva, el paso tan largo y como rompe el mosquero y desde luego, no soy yo la que lo hace, sino ella. No cabe duda que habría materia pero que la doma que tiene, es exquisita.

1 comentario:

Bruja dijo...

Oleee Pili, que contenta te veo de este paseo, y no te preocupes por los sustos que se da la yegua, que se los dan todos, asi que nada, ademas es joven y claro se admira mas que los mas mayores y encima aun no conoce los caminos, pero de todas formas ya te digo que esos sustos son normales, mira las mias sino estan hartas de pasar por los caminos y rutas, y como vean algo que ahi no estaba antes ya esta el susto, el otro dia una vaya de piedra de esas de las fincas que se habian caido unas cuantas piedras gordas y estaban en el camino pues no veas que escandalo, pero esos sustos que son así de admiración, porque algo no conocen y les da miedo, no tienen importancia, los que la tienen son los sustos en que el animal se vuelve incontrolable y sale corriendo o sale botandose, pero en el caso de tu yegua pues tu tranquila que es cosa de adaptación.

Pero me gusta mucho verte tan contenta con ella y eso que dices de los andares el paso amplio y el mosquero al viento jajaj es genial si que un caballo bien domado es una pasada y se disfruta al maximo.

Un beso Pili felicidades