30/1/09

La Candelaria 1º


Voy a empezar intentando explicar un poco, como es la convivencia en la aldea del Rocío. Allí las casas suelen ser de estructura similar, entras en un gran salón con chimenea, donde hay una cocina, barra, baños y al fondo, un patio donde se alojan los caballos, también según el tamaño, los carros, en la parte superior, están los dormitorios y baños Estas casas las suelen alquilar grupos de amigos y se paga entre todos. Llevan cocineros y camareros, de manera que estás en tu casa pero que tienes, quien te haga y sirva la comida y las copas, aunque tu puedes en cualquier momento, coger lo que quieras para comer o beber porque estás en tu casa. Los dormitorios, tienen literas para aprovechar espacio, te puede tocar, en alguna ocasión, dormir también con hombres, nuestro dormitorio, lo ocupábamos mi sobrina, mis amigas Piluca y Cristina y una chica, que no llegué a saber quien era y que estuvo en la gloria porque nosotras, temiendo a la juerga que se suele prolongar hasta por la mañana, habíamos cogido también un hotel y nos fuimos a dormir allí las dos noches que estuvimos, además este, tenía unos boxes fantásticos, donde mi yegua Calandria, estuvo en la gloria, mientras en la casa, hubiese estado, amarrada junta con todos los caballos y yo, ni siquiera, me tuve que preocupara, por el tema de la limpieza. En las casas, se suele recibir visitas, a todos se les invita, también se suele visitar las casa de al lado, en todas, se canta y se baila y reina la alegría general. Donde yo estaba, es el grupo de mi sobrina Rocío, la cual pasó casi todo el tiempo con otros amigos, según me dijo, solo fue a dormir y por no molestar, pensando que yo estaba ya acostada, se metió en otro dormitorio la pobre. Ah he olvidado, que hay que llevar la ropa de cama y de baño, esto no va incluido en las casas. Aunque estés el tiempo que quieras allí, tomando copas, se pone de comer y cenar a una hora determinada, hay unas mesas muy largas, donde todos nos sentamos a comer juntos y se comparte conversación y bromas. Después de la cenar, se espera a las 24 horas, se apagan las luces y en circulo todos, se canta la salve rociera, en el estribillo, nos cogemos de las manos y levantamos los brazos. Olé, olé, oleoleoleoleolé..... al Rocío yo quiero volver, a cantarle a la Virgen con fe, con un olé...... Es un momento, extraordinariamente conmovedor.
Aquí lo dejo para no cansar.

1 comentario:

Bruja dijo...

Pili, que emocionante, y que bonito, que bien lo cuentas, debe ser algo magico, yo se que fui al rocio con mis padres cuando era pequeña, pero no m acuerdo de nada, la vedad, solo de lo que he visto por la tele a veces, y bueno es que tiene que ser inigualable ese experiencia, cuentanos mas cosas por favor, mas detalles, mas vivencias, es maravilloso, me alegro mucho que lo hayas podido vivir en compañia de Calandria porque se que te hacia mucha ilusion

Besos