Paseo improvisado

Bueno pues ayer domingo, la gente de la cuadra donde tengo a Amoroso, habían ido a una comida al campo, la salida era por la mañana a las 9 y la vuelta por la tarde. Yo no podía ir porque por la mañana, tengo cosas en casa que atender y no era cuestión de dejarle a mi hermano otra vez al cargo de mi padre, ya que hace muy poco y con motivo del camino de San José, fui al Rocío y estuve tres días fuera. ( en otro momento contaré como fue esa experiencia tan maravillosa y que si Dios quiere, tengo que repetir ) La cosa es que al medio día me llegué a ver como estaba mi caballo y cuando volvía me encontré con dos compañeros por el carril, me dijeron que pensaban salir por la tarde con los caballos y dado que me invitaron, me apunté de momento. Así que venía yo muy decaída y aburrida pensando en el domingo tan malo que me quedaba que pasar y la fortuna o quien sabe quien, hizo que me encontrara con Raúl y Pedro. Quedamos a las 4 en el puente, ya que ellos ya no están en la cuadra de Paco, llamado con el apodo “ el puto “ no penséis mal que la cosa no va por lo que la palabrita significa. Ya sabéis, cosas de pueblos. Así que a la hora concertada, salimos hacía el campo. El paseo fue precioso y la tarde estaba estupenda, ni frío ni calor, hicimos parte del camino con otros dos jinetes que se nos unieron, un chico y una chica que estaba un poco “ verde “ y que en un momento dado, pasó un poco de apuro porque la yegüita que llevaba, perdió de vista al compañero que iba con ella y se le puso un poco nerviosa y claro la chica se asustó cuando vio que no podía controlarla. Se solucionó el problema porque llamamos al chico ( que ahora no recuerdo como se llama pero que le conozco de vista ) y ya todo bien. Como digo el campo precioso, margaritas grandes y pequeñas, el majoleto en flor que no me puedo imaginar que no sea obra de Dios porque que cosa mas bonita, los pajarillos que no soy capaz de identificar, de todos los colores, cantidad de cigüeñas haciendo su gazpacho y mi Amoroso como el amigo mas fiel que se pueda tener. Parece que se lo dicen, cuando peor me encuentro yo, mejor se porta él. Tengo que decir que parte del tiempo, lo hacemos junto al río cosa que todavía hace que el camino sea más bonito. Llegamos a la venta El Frenazo y allí se despidieron los chicos, ya estaba cerrada pero como conocían a mis compañeros, nos abrieron, así que allí, olvidando por un momento mi tensión, me tomé dos “ pelotazos “ total para una vez......... jajá, quien se iba a enterar. Después mas animada por lo tomado, la vuelta que fue por el mismo camino, en total 4 horas. Me lo pasé muy bien y cuando llegué a casa, tenía de nuevo un poco mas cargadas las pilas para seguir con el día a día que a veces se hace tan difícil.