Tres meses y medio de doma

Por la mañana, había tomado una decisión, vender a Calandria. Lo estaba pasando tan mal por la muerte de la perrita, que lo veía todo negro y pensé que si dentro de tres meses, que cambia mi situación económica, tuviese que pasar apuros para mantenerla y me viera obligada a venderla, mejor sería deshacerse de ella ahora, antes de cogerle más cariño. Hice hasta un par de gestiones. Cuando llegué a Vejer, mi estado de ánimo era ese, así que no tenía ni mucho interés en ver el progreso que había tenido en este mes. Llegó Antonio, la montó y el resultado lo tenéis en youtube. Después de verla, pensé que no merecía caer en manos de quien la maltratara. Es una yegua tan noble y buena que con solo tres meses de doma, los resultados son impresionantes. El domador me dijo que lo pensara muy bien porque él no conocía a mi caballo pero que la yegua, era buenísima. Creo que intentando ser fiel a mi manera de ser (aunque me cueste sacrificios) continuaré con ella. Ya sé que los animales, significan demasiado para mí y que esto me acarrea muchos disgustos pero yo no puedo cambiar mi corazón por otro que sienta indiferencia hacia ellos. Son parte de mi vida y los quiero a todos. Desde serpientes que tanto terror infunde a la gente, hasta las moscas, que son tan molestas y que me fastidian tanto pero que cuando veo que alguna ha caído en la pila del agua para los caballos y se está ahogando, sin que nadie lo vea la saco y la echo fuera para que se salve. En fin una idiota.