10/7/08

Haragán

Esto es lo que ocurre cuando llega el verano. No salimos a nuestros paseos, comen, no hacen nada y están muy fuertes. Lo peor es que además, se acostumbran y no quieren trabajar. Ayer cuando le abrí la puerta del box, salió como lo hace un toro cuando le abren la puerta del chiquero, incluso llegó a resbalarse perdiendo las patas y casi se cae. Como ya me lo viene avisando hace unos días, tomé mis precauciones y no me puse delate pero estaba claro que había que hacer algo. Así que lo primero, fue llevarlo al picadero y dejarlo suelto, me coloqué en el centro con el látigo para que creyera que estaba atado y me atendiera cuando le digo ¡cambio! cosa que hace muy bien, cambiando de mano sin problema. Empezó a retozar y a galopar como un loco amagaba con las orejas, a unas yeguas que había en una corraleta de al lado pero poco a poco y viendo mi enfado, se centro en desahogarse, cosa que él hace pronto. Ahora en verano con el calor y si además ya sabemos que tiene mucho de español, se cansa pronto. Tampoco está acostumbrado a que le dé picadero y cuando lo hago, le dedico poco tiempo. El ejercicio duró solo diez minutos porque el sol nos caía a plomo y él ya estaba sudando, así que lo cogí con mucho gusto por su parte y me lo llevé a la ducha. Enseguida se secó y como me encontraba en esos días que siento una gran tristeza y ya lo peor lo había hecho, le eché la montura y nos fuimos a dar una vuelta por el circuito corto, a ver si me mejoraba, ese que dura tres cuartos de hora y es carril y carretera. Había cantidad de moscas y mosquitos, ya que ese paseo transcurre en su mayor tramo por la ribera del río de Palmones y por sembrados de algodón y maíz entre otras cosas. Hay muchos aspersores regando las siembras y en la cuneta, agua estancada, de ahí, la cantidad de bichitos tan desagradables para Amoroso ( que es caballo señorito) y para mí, que lógicamente me molestan mucho.
Aunque tuve la suerte de poder ver una vez más, este sembrado de girasoles, que creo que ya van a lucir poco pero que es una maravilla para la vista. Las fotos como casi siempre, son con el móvil, por lo que no hacen honor a su belleza. De vuelta a la cuadra, estaban preparando para reunirse un grupo y tomar caracoles pero... no estoy disgustada, ni enfadada, creo que nunca he sentido esto porque es solo tristeza y sola no la he sentido nunca. No puedo estar en los sitios cuando me siento así. Po lo cual, me volví a mí casa.




1 comentario:

Unknown dijo...

¨¨Haragan¨ ¡Animalito! hace mucho calor y no tiene ganas de trabajar.
Bonitas flores las he guardado en mi archivo.
Besos.
piluca