30/12/09

Kentucky y mi primer costalazo con ella













Qué no cunda el pánico, ja, ja, que estas fotos me las hice después, lo que quiere decir que no me pasó nada, sólo un dolorcillo en el costado derecho, que posiblemente, hasta me di el golpe con mi mismo codo porque cai de espaldas. La cosa fue así : íbamos Lupe con su yegua Margarita y yo con Kenctuky. La saqué porque Lupe (que no la conocía) le gustó mucho y aunque mi idea era, salir con Amoroso, pues me hizo ilusión sacarla y aprovechar que iba acompañada. La lluvias tan fuertes y seguidas que hemos tenido estos días, han dejado en el campo unos surcos y agujeros tremendos, así que iba yo delante, cuando me encontré con un escalón tremendo que había hecho el agua en la vereda y en el fondo, fango de color rojo, que fue lo que asustó a la yegua, como no la puedo manejar una mano y con las dos, pues la verdad es que no tengo experiencia, utilicé las piernas para obligarla pero a esas ordenes, ella no atiende muy bien todavía, intenté ayudarme con la fusta pero ya no me dio tiempo, cogió un repecho que no podía cruzar porque había una zarza tremenda y le quedaba un espacio muy pequeño para pasar y todo esto cuesta abajo al lado izquierdo y en le fondo el agujero, ella luchaba por no caer y yo por no despegar las rodillas pero finalmente, fue al agujero dando un culatazo, yo todavía estaba arriba y la yegua inmediatamente, intentó levantarse con los movimientos bruscos y escurriéndose como la situación era propicia, finalmente se me salió un estribo (de ahí la importancia de saber sujetarse sin los estribos) y de momento ya estaba yo en el fango, la yegua en principio, no se movió pero yo me levanté de un salto diciéndole a Lupe que no me pasaba nada porque ella no paraba de gritar, ay, ay, ay, entonces la yegua, viendo nuestro ajetreo, empezó a alejarse pero le dije a Lupe que no se moviera para que no diera a correr y empezé a silbarle y a decirle cosas bonitas, en vez de cagarme en la madre que la parió, que es lo que yo quería, total que dejó que la cogiera y la tranquilicé porque en realidad, no quiso que nos cayeramos, son cosas que pasan. La pobre Lupe, toda descompuesta me dijo que nos volviéramos y yo le dije: sí de momento, verás ahora verás tu está, antes que lleguemos a un sitio complicado, empiezo a darle fuerte, ya verás. Así que me subí de nuevo y llegamos a este sitio tan bonito que está en lo alto del monte, lo que veis detrás, es el parque natural de los alcornocales, allí nos dimos la vuelta y FUE UN PASEO PRECIOSO ja, ja, a pesar del "lomazo y costillarazo" que me di. Si os fijáis, aunque es de un móvil, estoy de barro hasta la gorra, ja, ja, la joía Kentucky.




13/12/09

La yegua Kentucky


Bueno pues esta es mi nueva yegua, es un capricho que me he querido dar, la verdad es que después de tiempos duros que me ha tocado vivir, creo que tengo derecho a disfrutar con lo que más me gusta que son los caballos.






La vida, no es necesario que lo diga yo, es muy dura y además imprevisible, estás más o menos navegandos en aguas unos días calmas y otros movidas, cuando de pronto y sin previo aviso, te coge el tsunami y tu embarcación se va a pique. Ya no hay tiempo para hacer nada, ni rectificar lo que no debimos hacer, ni hacer lo que hemos dejado pendiente. Asi que he decidido endulzarmela con este caramelo a la que he llamado Kentucky y que creo que además de alegrarme la vida porque es muy guapa, me va a dar muy buenos ratos porque aunque no está domada del todo, es muy noble y tiene gran corazón, ya ha tenido ocasión de demostrarmelo con un paseo que nos dimos una tarde con un amigo y su yegua gitana que hizo las veces de profesora, ya que esta pequeña dulzaina, tiene mucho que aprender todavía y yo de ella para que nos llevemos bien.